Domingo por la mañana....

Un movimiento brusco, un beso de despedida a la luz de un celular (¿la alarma?,¿ un mensaje?, ¿una llamada misteriosa?... nunca lo sabré, no haré preguntas al respecto.) De regreso a mi almohada y Morfeo feliz de recibirme otra vez y acurrucarme en sus brazos. Abro los ojos de nuevo y la luz matutina me lanza a la computadora para seguir husmeando en el blog que me despierta curiosidad, esa teoría que reza que con un cambio en la alimentación sugerida, es posible la solución a muchos padecimientos crónicos de mucha gente que quiero, es muy prometedora. A tomar notas, y de ahí a explorar sobre los alimentos clave y los complementos sugeridos, un laaaargo paseíto de más de una hora, interesante, muy interesante, esta parece ser la fórmula perfecta para vivir más de cien años sana y llena de vigor para tener el tiempo suficiente de construir mis sueños… ¡Sorpresa!, encontré a David mi viejo amigo y después de una charla rápida y divertida como siempre, ¡a despabilarse!, ya son las 10 de la mañana, un acomodo rápido de mi cama sin pensarlo demasiado… Jalea sublingual, dos huevos tibios (casi duros jajajaja), ensalada de nopales con un poco de quesito, agua de limón con chía, endulzada con miel y para cerrar con broche de oro un tecito verde. Música de fondo canciones viejitas, para sentir un poco de nostalgia. ¡Orden por favor en la cocina!, mientras grabo esas canciones melancólicas, jajajajaja…sólo es para recordar que soy ser humano y soy capaz de sentir un poco con los recuerdos, nada de quedarse estacionada en ellos ¡eh!. Ahora si, a trabajar… Ha sido una mañana intensa y ya es medio día. Bendiciones Universo… TE AMO.